-"Puedo asegurarles que nadie, va a creerles.
-Eso está claro, eso está claro, ¿qué vamos a decir?.¿ Que el edificio está infestado de qué?
-¡¡¡¡POSEÍEDOS!!!!...demonios."
Han pasado setenta minutos desde que se perdió toda comunicación con el interior del edifico. Un grupo de GEOS de la policía es llamado para ingresar al edificio y escoltar al Dr. Owen del Ministerio de Sanidad para extraer sangre de los infectados y buscar indicios de lo que sea que esté sucediendo en ese lugar. “Bueno ya ve como estamos. Hemos puesto el edificio en cuarentena. Tenemos un brote infeccioso altamente contagioso. Parece que los infectados manifiestan algún tipo de…agresividad”, les informa el Dr. Owen a los GEOS. Algún tipo de agresividad, si claro cómo no. Los cuatro policías y el doctor entran en el edificio. El lugar es una masacre. Sangre por todos lados muestran que posiblemente no haya sobrevivientes. La inspección comienza en el ático, desde el Ministerio de Sanidad creen que fue allí donde se originó el contagio. Pero una vez revisado el ático, un ruido en los pisos inferiores advierte al grupo de que no están solos. El pelotón se pone en marcha para comprobar si hay supervivientes a pesar de los reniegos del Dr. Owen quien insiste en que él está a cargo de la misión. “Está cometiendo un error”, les advierte el Dr. A los oficiales justo cuando un equipo de música empieza a sonar. El equipo se divide. EL oficial Martos sigue el rastro de la música y entra en un apartamento. Una vez dentro, Martos es emboscado por un infectado. Martos le dispara sin dudarlo con su escopeta calibre 12. La mujer vuela varios metros hacia atrás ante el impacto, pero inmediatamente se recupera y arremete con total violencia sobre Martos al mismo tiempo que emite horrendos rugidos guturales. Martos golpea a la mujer, pero ella vuelve a arremeter. “Pero ¿qué es eso que está pasando aquí?” vocifera el Jefe mientras corren a ayudar a su compañero. Jefe, Larra y Rosso junto con el Dr. Llegan al apartamento. No hay señales de la criatura esa, solo Martos parado delante de ellos con la cara ensangrentada. Inmediatamente Martos ataca a sus compañeros intentando morderlos. Sus colegas lo golpean e intentan contenerlo, no quieren dispararle a su propio compañero. El Dr. Obliga Rosso a seguir grabando el caos que acontece y de golpe saca un crucifijo y declara alta y claramente: “Padre Santo, mueve tus ojos sobre este siervo tuyo, la sangre de Cristo rompa toda atadura, toda influencia que tenga sobre este cuerpo. Por el signo de la Cruz líbranos de tus enemigos y los nuestros. Por tu cruz sálvanos”. Martos se detiene y se queda atónito ante la perorata religiosa. “-¡!!¿QUE MIERDA ES ESTOOO??!!!!- grita Larra aterrado mientras patea a Martos en el pecho y lo encierra en una habitación, quien vuelve a atacar sin misericordia. El Dr. Clava un cuchillo en la puerta y cuelga un crucifijo sobre él y Martos se detiene definitivamente. ¿Qué mierda acaba de pasar?.
Los GEOS han sido engañados. El Dr. Owen en realidad es un cura, un sacerdote enviado en una misión secreta para recuperar una muestra de sangre de la niña Medeiros, niña que a los 11 años de edad empezó a manifestar síntomas de posesión demoníaca. La niña Medeiros es el elemento de la Tierra en el que reside el Mal y está dispuesto a desatar un Infierno en la Tierra. Para eso, ha organizado un plan perfecto donde utilizará al cura y a Ángela Vidal para poder escapar.
Una secuela espectacular, que agrega suspenso, perversión y una historia de zombies diferente a las clásicas, donde siempre el factor de un virus era lo que predominaba. El factor religioso que agrega en Rec 2 es un recurso muy bien utilizado, y lo que mejor tiene la saga hasta este momento es que no deja cabos sueltos en su historia. Recordemos que finalmente el Mal escapa del edificio escondido como un parásito dentro de Ángela Vidal.